Los rayos de sol
que atravesaban las persianas proyectaban su luz en el aire viciado de la
estancia.
Un sonido corto pero estruendoso resonó entre las sabanas y paredes de la habitación.
De entre las sabanas se incorporo su fémina figura desnuda. Buscaba con avidez el dispositivo móvil que la despertó.
Con sus ojos enterrados en el negro perfilador corrido visiono el mensaje de texto que había entrado desvelándola tan bruscamente.
Con una sonrisa en la boca y temor en los ojos leyó el mensaje con mucha atención, tomando nota mental de los 320 caracteres que tenia escrito. No podía permitirse olvidarse de nada de lo que ponía, cada palabra era concisa, directa y clara. Con un objetivo especifico.
Un sonido corto pero estruendoso resonó entre las sabanas y paredes de la habitación.
De entre las sabanas se incorporo su fémina figura desnuda. Buscaba con avidez el dispositivo móvil que la despertó.
Con sus ojos enterrados en el negro perfilador corrido visiono el mensaje de texto que había entrado desvelándola tan bruscamente.
Con una sonrisa en la boca y temor en los ojos leyó el mensaje con mucha atención, tomando nota mental de los 320 caracteres que tenia escrito. No podía permitirse olvidarse de nada de lo que ponía, cada palabra era concisa, directa y clara. Con un objetivo especifico.
Cerro la tapa del teléfono y
lo tiro en la cama a la vez que se tiraba para atrás.
Aun disponía de 60 minutos antes de realizar las instrucciones del mensaje.
Allí tirada en la cama, con la piel pálida desnuda y moteada con moratones,
arañazos, marcas de dientes y cortes cicatrizando, pensó:Aun disponía de 60 minutos antes de realizar las instrucciones del mensaje.
"Me
ha sentado bien dormir las 10 horas; lo necesitaba. Tengo que agradecérselo,
pero me molesta que no vaya a venir. ¿Porqué habrá decidido no venir? ¿Habré
hecho algo mal? ¿Será algún tipo de castigo?
Si fuera un castigo no me
habría mandado deberes. No lo comprendo, pero tampoco tengo que entender nada,
no tengo ese derecho, no me lo merezco.
La verdad...es mejor manera de pasarme el Sábado que la que tenia pensado. Preveo que será agotador. Por eso me dice lo del desayuno.
No se como lo consigue, pero no dejo de pensar en el, en su mirada, en sus manos, en su piel... en su polla; su suave, gruesa y larga polla, en su sabor, su olor. ¿Porqué no ha venido? Lo quiero aquí, observándome, inquisitivamente, me encantaría tenerlo ahí, de pie ante mi, vestido con su traje y camisa de cuello alto. Mirándome como, marcada y con agujetas me masturbo para el, con anhelo, ansia, mojada de deseo, con fuerza, violándome con mi mano entera por falta de su carne, deseosa de que me llene, que me perfore, de que me dañe en lo profundo de mis entrañas con su majestuoso trozo de latente músculo, hasta que vacíe en mi su suero, como si fuera yo un suso y el la manga pastelera.
¡¿Porqué no estas aquí para usarme Amo?!"
La verdad...es mejor manera de pasarme el Sábado que la que tenia pensado. Preveo que será agotador. Por eso me dice lo del desayuno.
No se como lo consigue, pero no dejo de pensar en el, en su mirada, en sus manos, en su piel... en su polla; su suave, gruesa y larga polla, en su sabor, su olor. ¿Porqué no ha venido? Lo quiero aquí, observándome, inquisitivamente, me encantaría tenerlo ahí, de pie ante mi, vestido con su traje y camisa de cuello alto. Mirándome como, marcada y con agujetas me masturbo para el, con anhelo, ansia, mojada de deseo, con fuerza, violándome con mi mano entera por falta de su carne, deseosa de que me llene, que me perfore, de que me dañe en lo profundo de mis entrañas con su majestuoso trozo de latente músculo, hasta que vacíe en mi su suero, como si fuera yo un suso y el la manga pastelera.
¡¿Porqué no estas aquí para usarme Amo?!"
Mientras lo pensaba no pudo
dominar sus manos, las cuales recorrían todo su cuerpo. Pellizcaban sus dedos
los rosados pezones, los lóbulos de las orejas, su blanca piel, su trasero.
Estrujaba sus pequeños senos con las ganas de arrancárselos, se arañaba los
glúteos con premura y rabia. Separo los labios mayores para sentir el frescor
del aire de la habitación, que a comparación de su temperatura corporal que
ascendía vertiginosamente, al tiempo que, con la otra mano introducía los dedos
en su boca, para lamerlos de manera obscena, chuparlos como un lactante y
acabar atragantándose con ellos.
"Soy
puta, muy PUTA. En mayúsculas y remarcado. ¡SU PUTA!"
Frotaba su vulva con la palma de la mano, casi de manera compulsiva, la otra; con la saliva aun adherida a ella, separo los labios de manera habilidosa y la que antes había estado frotando las turgentes prominencias se levanto en el aire y silbando aterrizo golpeando su inflamado clítoris a causa de la excitación.
Uno tras otro, los golpes, seguidos de gemidos y espasmos aumentaban. Su casi translúcida piel adquirió un tono encarnado en las mejillas, los rosas labios de su boca ahora parecían teñidos con carmín, el sudor perlaba su canalillo.
Tras unos involuntarios movimientos se detuvo. Su respiración entrecortada indicaba que acababa de alcanzar el clímax.
Frotaba su vulva con la palma de la mano, casi de manera compulsiva, la otra; con la saliva aun adherida a ella, separo los labios de manera habilidosa y la que antes había estado frotando las turgentes prominencias se levanto en el aire y silbando aterrizo golpeando su inflamado clítoris a causa de la excitación.
Uno tras otro, los golpes, seguidos de gemidos y espasmos aumentaban. Su casi translúcida piel adquirió un tono encarnado en las mejillas, los rosas labios de su boca ahora parecían teñidos con carmín, el sudor perlaba su canalillo.
Tras unos involuntarios movimientos se detuvo. Su respiración entrecortada indicaba que acababa de alcanzar el clímax.
"No
me lo merezco, ha estado mal. Puta zorra, eres una cerda traidora. ¡No, así
no!"
Mientras pensaba esto se blandía bofetadas en la cara, sin compasión y con ira.
Después de 5 o 6 golpes y sin dejar de frotarse entera; los muslos, su duro trasero, arañándose el costillar, agarrando, apretando y juntando los pechos duros e inflados; escupió al aire, verticalmente, haciendo que su propio fluido le cayera en la cara.
Mientras pensaba esto se blandía bofetadas en la cara, sin compasión y con ira.
Después de 5 o 6 golpes y sin dejar de frotarse entera; los muslos, su duro trasero, arañándose el costillar, agarrando, apretando y juntando los pechos duros e inflados; escupió al aire, verticalmente, haciendo que su propio fluido le cayera en la cara.
"Úsame
MI señor, existo solo para tu uso y disfrute. Solo para ti. Seré lo que desees,
¿Porqué no me usas? ¿Porqué no me posees? ¿Acaso no soy valida, no soy fiel, no
soy sumisa?
Quisiera tenerte enfrente, decirte lo mucho que te necesito, lo que deseo ser tu objeto, lo que anhelo ser tu juguete. Maltrátame, escúpeme, insúltame, fuérzame, haz lo que te venga en gana, pero hazme saber que soy tuya; de la forma que quieras, pero pertenecerte es mi deseo"
Ya no estaba en si; las ganas, el éxtasis y la fantasía la dominaron.
Cambio de postura sin dejar de manosearse de arriba a bajo; roto, colocando su cabeza en dirección a los pies de la cama, colocando las piernas en alto, apoyó su cadera y una porción de la parte baja de su espalda contra la pared; así, además de poder verse, le resultaba mas excitante y cómodo explorar su interior húmedo.
Quisiera tenerte enfrente, decirte lo mucho que te necesito, lo que deseo ser tu objeto, lo que anhelo ser tu juguete. Maltrátame, escúpeme, insúltame, fuérzame, haz lo que te venga en gana, pero hazme saber que soy tuya; de la forma que quieras, pero pertenecerte es mi deseo"
Ya no estaba en si; las ganas, el éxtasis y la fantasía la dominaron.
Cambio de postura sin dejar de manosearse de arriba a bajo; roto, colocando su cabeza en dirección a los pies de la cama, colocando las piernas en alto, apoyó su cadera y una porción de la parte baja de su espalda contra la pared; así, además de poder verse, le resultaba mas excitante y cómodo explorar su interior húmedo.
"Fíjate
MI Amo, estoy empapada por ti, por tu ausencia, por tu desprecio y abandono.
Fíjate, Amo mío, lo mucho que te necesito, tanto que me mojo en mi."
Lo que pensaba no era
mentira. Estaba tan excitada que su flujo se le derramaba y formaba un hilo
sinuoso que descendía por el monte de venus de su pubis hacia su ombligo.
Le excitaba mirar, tanto a
si misma como a otros. Mientras se magreaba las erguidas y abultadas mamas,
volvió a esputar; primero sobre su sexo y después al aire para que terminara en
su rostro. Estaba fuera se si, y le encantaba; cada vez que sentía la humedad
sobre ella, esa “suciedad” en su piel, su libido subía.
Mientras con su mano derecha
se arañaba el interior del muslo, introdujo la izquierda entera en la boca,
hasta que pudo tocar la campanilla y empujarla con fuerza hasta el fondo. Las
lagrimas empezaron a aparecer en sus ojos, lagrimas de esfuerzo, de trabajo, de
deseo por más; más profundo, más grande, más violento, más obsceno y sucio.
Introdujo suave y lentamente
el dedo corazón en el húmedo, jugoso, rosado y vicioso vestíbulo de placeres,
adentrándose, lentamente, en su vagina al tiempo que sus pulmones expulsaban el
aire al compás de la penetración, provocando el sonido de un excitante,
cohibido y sexy gemido.
“Gracias, gracias por haberme permitido contemplar tu
cuerpo, sentir tu piel, percibir tu olor. Gracias por permitirme la posibilidad
de imaginarte; dentro, tan profundamente como mi consciencia.”
Mientras lo pensaba tenia un
dedo en la boca, un dedo que jugaba con su lengua a ver cual podía agarrar al
otro.
Abrió los ojos y se recreo con
la visión de sus falanges entrando y saliendo de sus entrañas.
Y otro gemido salto de su
garganta, este más agudo, mas sonoro que provoco la grácil reacción de poner su
rostro de porcelana al rojo.
Intercambio manos. Extrajo,
lentamente y apretando todos los anillos musculares el dedo de su interior,
mientras este, se retorcía palpando todas las irregularidades de las mojadas
paredes de su interior.
Ya fuera, froto el sensible
apéndice, reabrió los labios e introdujo la otra mano en su interior.
Primero un par de dedos, y si, en seco, arrastrando la carne con ellos. Con la otra volvió a frotar su clítoris, a lo cual, tras varias inserciones y añadir otro dedo al baile gozoso al que se entregaba, lo agarro entre el índice y el pulgar, apretó con todas sus fuerzas, las mismas con las que reprimía el grito de dolor y lo retorció al tiempo que penetro con sus dedos hasta que los nudillos marcaron el limite. El dolor se convirtió placer, y empezó a gemir sin control, rítmicamente, a voz en grito, poseída por el goce del sentir y el ver lo que se hacia a si misma.
Primero un par de dedos, y si, en seco, arrastrando la carne con ellos. Con la otra volvió a frotar su clítoris, a lo cual, tras varias inserciones y añadir otro dedo al baile gozoso al que se entregaba, lo agarro entre el índice y el pulgar, apretó con todas sus fuerzas, las mismas con las que reprimía el grito de dolor y lo retorció al tiempo que penetro con sus dedos hasta que los nudillos marcaron el limite. El dolor se convirtió placer, y empezó a gemir sin control, rítmicamente, a voz en grito, poseída por el goce del sentir y el ver lo que se hacia a si misma.
“Espero ordenes Mi señor; ¿qué deseas hacerme? ¿cuán
sucia quieres que sea? ¿qué quieres que sea; animal, monja, puta o simplemente
objeto?
Dime Amo, ¿que me hago?”
Con la misma escupió sobre
su vulva abierta, sacaba, metía y retorcía los dedos en ella.
No puede mas, esta a las
puertas y no llega, pone el empeño y no obtiene resultados.
“¿Así te gusta? ¿Te gusta húmedo? ¿Mojado? Yo se que
si, que te deleitas con mi fuente, se que me quieres empapada, que te gusta mi
sabor. ¿Quieres probar? ¿O aun no es suficiente?”
Acompaño a sus fluidos con
mas saliva lanzada con pericia y rabia desde sus carnosos labios, se azoto
repetidas veces sobre el castigado, escupido y rosado clítoris.
La dilatación era evidente,
el resbaladizo orificio había ampliado su diámetro a causa de las múltiples
atenciones prestadas. Aventuro su mano libre junto con la otra y comprobó que
su cuerpo, caliente y perverso admitía el dedo índice que introducía y abría
más sus interiores.
“Si! Más! O señor; tómame ahora, úsame sin
contemplación, revuélveme las entrañas como solo tu sabes hacerlo. Como bien
sabes que me gusta.”
Retiró el dedo recién
introducido, solo, para permitir la entrada de su otra mano; poco a poco, lenta
y gozosamente, mientras saboreaba su viscoso jugo impregnado en el dedo, el
cual retorcía en su boca y paseaba por sus labios al tiempo que, con sonrisa
perversa, terminaba de introducir su pulgar en el interior del horno de carne.
Se retorcía en la cama, de
un lado para otro; con la espalda arqueada, delineador corrido por las
lagrimas, saliva y flujo por la cara hasta que un estruendoso grito, un golpe y
una cara de dolor intenso dio paso al mas absoluto silencio.
Así, la estancia atravesada
por una multitud de rayos de luz, condensados en el asfixiante aroma a sexo
dejaba la pictórica escena de unas paredes sudadas, una mujer exhausta, mojada
y a medio caer de una cama revuelta.
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